MADRID. El mundo occidental no tenia conocimiento alguno de lo que era Birmania hasta que pasó lo peor. No solo los monjes busdistas se revelaron contra la Junta Militar birmana, también la naturaleza misma. Esta región del sur de Asia no ha sufrido en los últimos dias solo por la pérdida de miles de personas, sino por un régimen militar que busca el beneficio de unos pocos y rechaza el resto de los ciudadanos.
Según el corresponsal del Periódico ABC de Madrid en esa región, Pablo Diez, la vileza del gobierno llega a tal punto que está dispuesto a dejar morir a decenas de miles de personas restringiendo la ayuda internacional para que la llegada de cooperantes extranjeros no altere su régimen autoritario. Los últimos cuarenta años han sido parte de una dictadura que inició el general Ne Win mediante un golpe de estado en 1962. Hasta hoy la Junta Militar, encargada de establecer el orden de la manerara más corrupta posible, ha hecho que su economía este en una continua recesión debido a la nacionalización de su economía basada en el cultivo de arroz. Sin embargo, en los 90 volvieron a imponer la economía de mercado pero no ha dado resultado porque "es demasiado tarde".
Entre otros problema particulares que enfrenta gracias a su gobierno se encuentra en la sanidad. Birmania es hoy, según un informe de la Organización Mundial de la Salud, el segundo peor sistema médico del mundo después de Sierra Leona.
Con 57 millones de habitantes, la mayoría viven en cabañas de bambú en medio de arrozales y sobreviven con menos de cuatro dólares diarios. Pero el ciclón "Nargis" ya ha reducido en menos de la mitad los cultivos de arroz que eran su medio de vida, poniendo en peligro a miles de familias ante la escasés que se aproxima en los próximos meses. Ya miles de birmanos han buscado refugio en los cientos de templos budistas que se encuentran alrededor del país, ante la dejadez de la Junta Militar.
"Aunque la población odia a la Junta Militar, ésta mantiene el poder gracias al miedo y la represión que ha impuesto con su régimen paranoico y a sus 400.000 soldados, jóvenes humildes y sin estudios que se aseguran alimentación, alojamiento y atención sanitaria para sus familias", aseguró Diez. Asimismo controlan las comunicaciones y numerosas paginas web, igualmente el uso de celulares se hace mediante un permiso especial donde se puede pagar hasta dos mil dólares para obtenerlo.
Los generales controlan los principales negocios del país y venden reservas vírgenes de gas, petróleo, madera, minerales y piedras preciosas a países como China, India, Tailandia, Singapur y Corea del Sur. Como si fuera poco la Junta Militar se ha gastados miles de millones de dólares en construir una nueva capital en medio de la jungla. Una ciudad bunker levantada por ingenieros norcoreanos, mientras la población se muere de hambre.
Una población que sufre y que es normal que huyan a otros paises como Tailandia para evitar la opresión de un régimen militar.
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