domingo, 16 de marzo de 2008

Puerto Rico importa

MADRID. Aunque los puertorriqueños no pueden votar por el presidente de los Estados Unidos, al menos los superdelegados demócratas de la isla podrán tener un papel destacado en la elección demócrata a la Casa Blanca.
Si contiúa el empate los próximos meses, el candidato demócrata a la presidencia deberá decidirse a finales de agosto en la convención en Denver, Colorado, a la que los demócratas de Puerto Rico acudirán este año con 66 delegados y siete superdelegados, una representación histórica y más numerosa que la de 28 estados.
Los delegados demócratas puertorriqueños serán más que nunca porque el partido elevó a 10% su número para que las primarias locales se celebrarán el primer domingo de junio y no se adelantaran. Esto pone a Puerto Rico en una posición privilegiada al tener una musculatura política que no tenía antes.
Mientras no haya desempate entre ambos candidatos la campaña se trasladaría a Puerto Rico para convencer a los delegados y superdelegados. El Partido Demócrata es el único partido que desde 1976, se constituyó como corporación y que gracias a la intervención del entonces alcalde de Miami, el puertorriqueño Maurice Ferre, logró que en sus estatutos se tratará a Puerto Rico "como un estado".

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